La semana pasada cayó en Estrasburgo como un mazazo el 'Informe Auken' sobre el urbanismo en España. Tela. Esta teóloga protestante, la Sra. Auken (grupo verde, DK), se ha metido a saco, junto a la panda de la comisión de peticiones encabezada por Libicki y Cashman, a dar caña a España. El informe básicamente nos pone a bajar del burro, y la verdad es que algo falla en nuestro país para que tenga que ser el Parlamento Europeo quien venga a sacarnos los colores, porque la verdad es que los desmanes urbanísticos no los han parado los ciudadanos, sino la crisis económica.
(c) Europarl TV. El vídeo tiene su miga. Lo hicieron antes de aprobado el informe, con lo que el Parlamento y su tele pone verde a España sin que lo hayan votado los Diputados. ¡Viva la seguridad jurídica!
Total que en esta legislatura la Comisión de peticiones del Parlamento europeo no han tenido otra cosa que hacer en esta legislatura que meterse con la construcción, y la verdad, no está mal que lo hagan, pero me gustaría hacer un poco de análisis.
En este informe es resultado de varias lógicas. Tiene varios 'inputs':
- El primero, el de la gente normal que vive su vida y que ve cómo llega un menda, propone urbanizar una zona determinada, y esa idea o bien te cuesta la pasta o bien te cuesta que vendas-seas expropiado o lo que sea, y que pierdas el trozo de tierra donde estabas tan a gusto. Tienen razón. Una cosa es que expropien a mi abuelo una vieja nave industrial en las afueras porque la ciudad crece naturalmente, y otra es que el terreno urbanizado crezca como setas por aquí y allá, se lleve por delante a moros y cristianos, y total luego para nada.
- El segundo input, el de ecologistas y demás que quieren detener los desmanes urbanísticos en zonas protegidas. También tienen razón, pero ¡ojo! La Zerrichera nunca fue al Parlamento Europeo y mirad a Francisco Marqués, procesado. En España también algo funciona la justicia, aunque el Parlamento Europeo diga que no.
- El tercer input, es el de socialistas en el Parlamento Europeo, que vieron que la ocasión la pintaban calva para desgastar al PP sobre todo en la Comunidad Valenciana. Curioso: En la Región de Murcia, donde se hacen más barbaridades, no han dicho esta boca es mía. Y claro, al final se les volvió el bumerán en contra porque en Andalucía, tierra de costa alicatada, mandan los socialistas (salvo Costa del Sol y Almería, que esa es otra). Y al final en Europa quien ha quedado fatal es España. Los turistas se irán, como yo mismo hago, a Croacia.
- El cuarto input son los guiris que se vinieron a España encantados de comprarse un chalet pintoresco en medio del campo y ahora se sorprenden cuando el Ayuntamiento les pide que paguen el alcantarillado, el asfaltado de las calles, las farolas, y el tanto por ciento de viario y de aprovechamiento privado de la Administración que dice la ley y que pagamos todos. Los ingleses, sobre todo, consideraron que esto era abusivo, e hicieron lo que hace todo británico cuando tiene un problema: Ir a su diputado. Curiosamente, los que más han movido este tema son los que menos razón tienen, es decir, los británicos sorprendidos por unas figuras legislativas que nos parecen normales y que vienen de la primera Ley del Suelo, del año 90 por lo menos.
Pues eso. Al final, el Parlamento Europeo ha decidido juntarlo todo y poner a caldo a España señalando directamente un sistema legal que nació de la mano de Rodrigo Rato cuando era ministro. ¿Recuerdan? Liberalizó todo el suelo para "abaratar la vivienda". ¡Qué risa! Además, una Sentencia del Constitucional dio pie a que todas las competencias de urbanismo se les dieran a los Ayuntamientos... y el resto es historia.
De aquellos polvos vienen estos lodos. Para hacer justicia, diremos que también hubo un factor externo no previsto, que fueron los bajísimos tipos de interés que hicieron que todo aquel que tenía dinero, mejor que meterlo en el banco o en bolsa, lo metiera en el ladrillo, generando una espiral de precios, destrucción ambiental y corrupción. Así lo dijo Pasqual Maragall (sí, Maragall) en un artículo en los 90. El resultado está ahí: Una generación entera que no se puede pagar su casa, toda la economía centrada en el ladrillo, y al final batacazo general, porque ni siquiera los constructores se pusieron a pensar que llegaría el día en que no se podrían colocar más casas en el mercado.
Total que en Europa nos ponen verdes y en España la vaca del urbanismo agoniza de indigestión. En Madrid, Zapatero no ha hecho nada: ni cara a la gente con su Ministerio de la Vivienda ni cara a la economía con ningún tipo de reconversión. En Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que ha sido el principal responsable y motor del auge y caída del monocultivo murciano del ladrillo, tampoco ha movido un dedo en todos los años que lleva ahí. Ni siquiera los empresarios murcianos han hecho nada por hacer un poco de previsión y salvarse de la quema, viéndola venir. Y así, todos juntos en unión, nos hemos dado el morrón.
Otro día hablamos de la crisis.