jueves, 7 de abril de 2011

#eurodiputadoscaraduras Sí pero no tanto

Estrasburgo: Además de caro, super mal comunicado por avión.

FE DE ERRORES: El Estatuto de los Diputados al Parlamento Europeo está en vigor desde las elecciones de 2009. Lo cuenta El País. También me gustan las aclaraciones de Sosa Wagner, de UPyD.


El trending topic de ayer en Twitter era ese: #eurodiputadoscaraduras , porque una propuesta relativa a volar sólo en clase turista fue rechazada por una amplia mayoría del Parlamento, y por la práctica totalidad de los miembros de la Delegación española. Por supuesto, el votante medio se indigna.

Vamos a explicar algunas cosas a vuelapluma:

El problema subyacente aquí es el estatuto del diputado al Parlamento Europeo, que no existe aún, sobre todo por las diferencias salariales. Los diputados y diputadas cobran lo mismo que en en los parlamentos nacionales, y los sueldos van desde los escandalosos 13.000 euros de los diputados italianos hasta los misérrimos 1.000 euros de algún país de los nuevos miembros (Eslovaquia, creo). Pasando por los dignos 8.000 euros de los alemanes, y los muy modestos 3.000 euros de España. Hablo con cifras no actuales, pueden haber cambiado desde hace unos años para acá.

La cosa es que la única manera de compensar estas diferencias con cargo al presupuesto de la UE consiste en cobrar dietas, emolumentos, prebendas y canonjías diversas directamente del Parlamento, tales como los gastos de viaje. Desde siempre, los diputados cobraban como si volaran en primera clase, pero podían volar como quisieran, eso sí, presentando las tarjetas de embarque. Resultado: Todos volando en lo más barato, y cobrando un pico de más.

Esa situación cambió cuando se les pidió justificar gastos. De hecho en mayo de 2010 volé en Iberia en el mismo avión que Mayor Oreja y Millán Mon, y me extrañó que se sentaran en business. Supongo que don Jaime, siendo jefe de delegación del PP, volará normalmente así, pero resulta que además como se ha acabado el forfait, la Cámara reembolsa el billete realmente gastado. Esto quiere decir que al final vuelas en clase preferente y santas pascuas.

Cuando un diputado hace, en un gesto no exento de populismo, la propuesta de recortar de esta manera, los españoles han dicho que nones, porque los países periféricos salen perdiendo y porque es realmente un tostón viajar en turista si tomas como mínimo dos aviones cada semana de tu vida. ¡Cada semana! Es una paliza, por equipajes, por cambios, por embarque, por todo.

Ahora han dicho que cambiarán su voto. Este es un gesto cara a la galería, porque el Reglamento de la eurocámara dice que efectivamente un miembro puede cambiar su voto después de emitido, pero el cambio de voto no puede afectar el resultado. Es decir, que si por cualquier razón un diputado se equivoca al pulsar el botón, o simplemente ve que ha metido la pata, puede pedir dentro de un breve plazo el cambio de su voto pero si ha salido A en lugar de B por unos cuantos votos, el resultado seguirá siendo A independientemente de si un montón de diputados deciden cambiar a B. O sea que seguirán volando en business.

Lo que me parece muy fuerte es que los funcionarios del Parlamento también vuelen en business, y que a los funcionarios de la UE en general se les paguen los desplazamientos en primera. Muy pocas empresas del mundo hacen eso, y ninguno o casi ningún gobierno del mundo lo hace. A un director, vale. ¿Pero a un administrador de a pie también? ¿Con dinero público? Creo que eso debe cambiar.

En fin, que no creo que los eurodiputados sean unos caraduras, sino que más bien han cometido un error táctico al no pasar por ese aro. Lo que quieren es no salir perdiendo respecto de los centroeuropeos, que vienen a Bruselas en tren y tan panchos.

Y sigo pensando que la inmensa mayoría de los eurodiputados trabaja mucho. De lunes a domingo.